No dejes que las diferentes pruebas puedan desenfocarte de quien dependes. El apóstol Pablo pasó una tempestad difícil, pero confió en Dios, puso su confianza en ese momento difícil, aun cuando toda la tripulación pensó que morirían.
No sé lo que estés pasando; si sientes que ya no puedes, confía en Dios con todo tu corazón y persevera. Pablo llegó a su destino; no dejes que lo que te pase haga que desistas de un destino glorioso en Cristo Jesús.
Hechos 27:18-20
Pero siendo combatidos por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a alijar, y al tercer día con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave. Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.
Este pasaje refleja cómo estaban los de la tripulación, pero Pablo sabía que no estaba solo y Dios le contestó en medio de esa tormenta; te invito a leerlo completo.