Cuidemos nuestros ojos.


La visión es un sentido muy importante, en la medida en que revela enormes cuotas de información sobre el entorno. Las dimensiones de las cosas y los espacios (ancho, alto y profundidad), los colores, el movimiento, la textura y otras experiencias similares de lo real son posibles gracias a ella.

Pero también influye mucho en nuestros pensamientos el poder interpretar la forma de ver las cosas. Dios quiere que nuestra vista sea una vista sana, sin malicia, que podamos reflejar a Dios en nosotros. Las miradas muchas veces son pecaminosas, porque la luz de Cristo no está en él o ella que le ayude a controlar los impulsos carnales.

Mateo 6:22-23

»Los ojos son la lámpara del cuerpo. Si tu ojo es bondadoso, andarás en la luz;  pero si tu ojo es maligno, estarás sumido en la oscuridad. Y si tu luz no es más que oscuridad, tu oscuridad ¡qué negra debe ser!

 

Digámole a Dios que nos ayude a que lo que veamos no lo veamos con ojos que no le agraden a Él. Hay una alabanza que nos habla de cuidar nuestros ojos; te la comparto para que la escuches. "HACEMOS HOY"