Qué difícil es poder quedarse callado en momentos donde queremos defendernos nosotros mismos. Habrá momentos donde tenemos que hacer silencio porque la intención del enemigo es enojarnos, corrompernos, volver a tener comportamientos de una vida pasada.
Cuando conocemos ahora la verdad, Dios nos dirige qué hacer y qué decir en ciertos momentos, y eso solo lo logramos a través de una relación con Dios constante, donde nos ayuda en nuestras actitudes.
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Porque:
El que quiere amar la vida
Y ver días buenos,
Refrene su lengua de mal,
Y .us labios no hablen engaño;
Apártese del mal, y haga el bien;
Busque la paz, y sígala.1 Pedro 3:10-11