No es el seguro médico, no es el contrato de trabajo, no es el seguro de vehículo o tarjeta, no es el dinero, no es la amistad, no es la experiencia, no es la mejor medicina o vitaminas. Lo único seguro es estar seguros en Cristo Jesús.
Salmos 62:5-8
5 Pero yo callo ante el Señor, porque en él está mi esperanza. 6 Sí, sólo él es mi roca, y mi salvación; él es mi refugio. ¡Jamás habré de caer! 7 Mi salvación y mi gloria proceden sólo de Dios. Él es mi refugio, la roca en donde ningún enemigo podrá alcanzarme. 8 ¡Pueblo mío, confía en él siempre! ¡Ábrele tu corazón, pues él es nuestro refugio